En este mismo espacio hemos venido dando cuenta de la vitalidad del jazz en la escena londinense de hoy día; un imaginario en que la diversidad estética se mezcla lo multirracial y con la capacidad de aglutinar una gran cantidad de géneros. Y la cosa no para… tenemos el gozo de estar ante el notable debut del dueto Kessoncoda a través del álbum Outerstate.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Estamos ante un par de extraordinarios ejecutantes, comenzando por el baterista Tom Sunney -extremadamente versátil- y el tecladista Filip Sowa, quien se pertrecha detrás de un piano y está obsesionado con el ostinato (una técnica centrada en la repetición), para luego moverse a los sintetizadores y agregar recursos propios de la electrónica.
Kessoncoda es un proyecto identificado con la escena de West London, por lo que ha llamado la atención que para su opera prima hayan firmado para Gondwana Records, un sello creado en 2008 en la ciudad de Manchester; aunque habría que anotarse que la sorpresa no es tanta si consideramos que es el sello que también cobija a Portico Quartet, Mammal Hands y GoGo Penguin, proyectos muy afines.
Outerstate está conformado por 10 tracks elegantísimos en los que desfilan melodías etéreas, quiebres rítmicos y efectos cinematográficos que a la postre fortalecen un álbum muy cohesionado y virtuoso. Si bien “X is closer to A”, “Greyscale” y “Hammers” son los cortes que han tenido mayor penetración, habremos deseñalar la potente experiencia que ofrece “Reverie” -colocada en el penúltimo lugar del disco-.
También saben subir la intensidad, tal como ocurre en “Dreambend”, en la que tienen como compañía a la saxofonista Jasmine Myra, que amplía la experiencia de una música que nunca se siente escasa de instrumentación u orquestación; Kessoncoda es sinónimo de plenitud interpretativa aún con su minuciosa y precisa confección.
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