Ileana Cabra, conocida como iLe, se encontró de pronto a la deriva, flotando en medio de la marea que significó la pandemia. Sus primeros meses en cuarentena distorsionaron el tiempo y la obligaron a buscar un respiro que encontró en la música. El resultado es Nacarile, su tercer álbum de estudio, un proyecto expansivo que contiene 11 pistas, entre las que se halla una colaboración con Mon Laferte. Con tal de ahondar en el tema concretamos una charla con la puertoriqueña.
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Tras dos años de incertidumbre que nos llevaron a estar cerca del abismo, recurres a la música como una forma de escapatoria.
Definitivamente fue muy caótico, porque aunque estaba muy agradecida porque mi familia estaba bien de salud, al mismo tiempo me afectaba mi alrededor. No solamente los malos manejos del gobierno, sino también ver cómo la gente quedaba afectada por esa enfermedad. Ese momento del encierro me tenía con incertidumbre. Agradecida me encontré al final por hallar tiempo para seguir componiendo y tener una válvula de escape dentro de todas esas emociones locas que sentí en diversos instantes, donde parecía que estaba en un estado de locura emocional, confundida, perdida. Quería usar mi enfoque creativo para embarcarme en un nuevo álbum, y lo conseguí.

¿Llegaste a pensar en decirle adiós a lo que más querías?
No creo haber llegado a ese momento, pudo pasar que dijera: no lo voy a poder hacer, quizá no va a ocurrir; o: estoy perdiendo el tiempo. Inseguridades que se meten de por medio y que hablando con uno mismo, pues llega el momento en que encuentras esa fuerza dentro que te ayuda a continuar. Tuve que dejarme llevar, sin saber lo que iba a hacer o escribir. Estaba confundida y perdida, pero al mismo tiempo las canciones seguían saliendo de mí, por ello seguí escribiendo.
Disfrutaste del proceso de creación.
Fue toda una aventura trabajar con este disco. Aprendí mucho. Conté con muchas colaboraciones, fue toda una experiencia. Viví un proceso muy íntimo al componer para después compartir con más personas, quienes se integraron a mi intimidad. Resultó raro, pero al final súper estoy agradecida, contenta con el resultado. Incorporé nuevos géneros, sintetizando collages astrales, arte pop irreverente y melodías prismáticas. Sin duda es el proyecto más imaginativo y profético de iLe hasta el momento.
Cerremos hablando de una canción que nos lleva a la reflexión sobre las cicatrices que deja el amor: “Traguito”. Un bolero acelerado al lado Mon Laferte, inspirado en un poema de Julia de Burgos, “Yo misma fui mi ruta”.
Y tiene algo de sátira. Habla de una mujer decidida, que sabe lo que quiere, y eso me encanta, me refleja. La voz de Mon, con su energía y toda su fuerza femenina, va perfecta con este tema. Trabajamos a la distancia debido a su maternidad y eso creo que le dio más fuerza, rebasando expectativas. Fue muy bello compartir una canción tan poderosa.