Seek shelter es el quinto álbum de Iceage, una colección de canciones editada gracias Mexican Summer, hogar de actos como The Soft Pack, Kurt Vile y The Young. Es así como el quinteto dejó atrás el cobijo de Matador Records, casa de consagrados como Pavement, Interpol, Cornelius y Yo La Tengo. Lo que estas líneas registran es una charla sostenida con Elias Bender, el carismático cantante y místico líder del grupo danés.
TXT:: Joel Rodríguez Díaz / FOTO:: Fryd Frydendahl
Seek shelter ha generado muchas expectativas, especialmente por el cambio de sello discográfico, ¿cómo ha sido vivir esto bajo parámetros pandémicos?
Es extraño. Se trata de la antítesis del estilo de vida que nos gusta vivir; solíamos estar de gira la mayor parte del tiempo, tocando en todo tipo de lugares, llenos de sudor y con mucha gente transmitiéndonos emociones. Por otro lado, ha sido un periodo de aprendizaje. En mi caso, siempre he sido adicto a las giras y el camino. He tenido que ajustarme. He estado prácticamente encerrado, lo cual no vivía desde los 17 años de edad. Si antes tenía tres semanas libres para estar en mi casa, me rascaba el cuello porque no sabía qué carajo hacer con tanto tiempo muerto. Tenemos que adaptarnos a los cambios; yo descubrí que no hay nada como apreciar y ser agradecido con la gente que te rodea y con todo lo que tienes a tu alcance. Nos han arrebatado algo tremendamente importante.
Prácticamente todos los habitantes del planeta han convertido sus hogares en refugios, ¿hay algo de eso en el título de este álbum?
Sí, de algún modo va orientado en ese sentido. Si hubiéramos escrito el álbum durante la pandemia se hubiera llamado Seek how to blow the roof of this fucking house, please, o algo por estilo. La mayor parte del trabajo fue compuesto y grabado antes de la pandemia. Cada canción tiene su propia identidad y busca redimirse, expresar algo desde dentro. Sin embargo todas funcionan en conjunto, en armonía. Por ejemplo, “The holding hand” es una canción monstruosamente enorme por sí misma, no sigue ninguna curva ni cuenta con partes repetitivas, sino que construye, construye y construye. Otro ejemplo: “Vendetta”, que es más groovie. Es un tema que se enfoca en los crímenes y la venganza.
Hay mucho de The Streets, Nick Cave & The Bad Seeds, Pulp y los Manic Street Preachers en estas nuevas canciones. ¿Cuál consideras que sea la fórmula para lograr mezclar todo esto de forma casi imperceptible y aún así sonar a ustedes mismos?
¡Vaya, son muchas referencias, de todo tipo! A menudo encuentro un poco difícil el identificar de dónde salen los referentes porque cualquier cosa que vivas, leas, escuches o veas se va directo a tu cerebro y éste comienza a trabajar, a desmenuzando todo para luego echarlo a andar.
¿Cuál fue el mayor reto de trabajar con una leyenda del rock alternativo como Peter Kember, líder de Spacemen 3?
Somos muy fans de su trabajo. Alguien nos hizo saber que él dijo en una entrevista que le gustaría producirnos y sucedió justo cuando estábamos buscando estudio para grabar. Todo se alineó. Lo conocimos y nunca trató de controlar ni de imponerse. Definitivamente no estábamos buscando a alguien que nos dijera qué hacer. Peter es bastante concentrado, así que tampoco nos mintió cuando las cosas estaban flojas o algo desorientadas. Siempre que nos atorábamos en algún bache creativo, actuaba de forma rápida y productiva, proponiendo ideas y cambios. Se trata de alguien que me ha acompañado musicalmente desde que era adolescente. Fue bastante inspirador conocerle y trabajar juntos.
Por último, ¿qué motivó exactamente su salto de un sello legendario como Matador Records a otro mucho más pequeño, pero igual de arriesgado, como Mexican Summer?
Bueno, terminamos nuestro contrato por no sé cuántos discos con Matador. Era el momento más adecuado para buscar nuevas alternativas, por lo que nos reunimos con la gente de Mexican Summer y ésta nos ofreció opciones vitales para nosotros, como tener total libertad y control creativo sobre lo que hacemos.
