“El viento trae a veces una música de bombos y trompetas,
el chisporroteo de los disparos en las luces de una fiesta…”.
Italo Calvino
El escritor Italo Calvino pudo imaginar ciudades invisibles, una tarea monumental (y luego lo contó a través de la voz de Marco Polo); quizá uno no pueda llegar a tal proeza narrativa, pero lo que es seguro es que la pandemia nos ha forzado a pensar en todo tipo de lugares al interior de nuestros hogares y organizar nuestras sesiones dionisiacas de baile y desfogue. En mi club personal e inventado, suena una y otra vez Hard Feelings, el proyecto conjunto de dos figuras que ya tienen rato de rodaje musical.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Joe Goddard, a quien tanto hemos disfrutado en Hot Chip y quien incursionara también bajo el apelativo The 2 Bears, integró a Amy Douglas, poseedora de un vozarrón y colaboradora en composición de Róisín Murphy, para crear un disco en el que las letras se dedicaran al desamor y el sufridero, mientras la música fuera una oda para la pista de baile, las bolas giratorias de espejos y el baile en un espacio lleno de gente -real o imaginaria-.
En su debut epónimo (2021) dejan sentado que hace falta criterio y buen gusto para remitirse a la música dance y a la era dorada del sonido disco, que arrancó desde la segunda década de los setenta y que se hizo grande al comienzo de la siguiente década.
Hard Feelings -el álbum- arranca como un cañonazo multicolor y casi no se detiene a lo largo de sus 8 componentes -aunque en “Running Out Of Time” bajan la velocidad. Estamos en el reino de las cajas de ritmo, las programaciones de sintetizados, de los pianos profundos y esa avalancha vocal de Amy, que para no ir más lejos nos recuerda a Beth Ditto, tanto con The Gossip como en plan solista.
Estamos ante casi 42 minutos de un caleidoscopio en el que suenan reminiscencias a Giorgio Moroder, Chic, Chaka Kan y para rematar Frankie Knuckles y Kraftwerk, a la que nos remite directamente el fogonazo que es “Sister Infinity”
Amy Douglas, también colaboradora vocal para Horse Meat Disco, luce pletórica en un disco que nos brinda la posibilidad de soltar lágrimas sobre la pista de baile de una discoteca a la que nuestra mente puede colocar donde más lo desee… quizá nuestro fracaso amoroso se diluya si vemos bailar juntos a Italo Calvino y Marco Polo; Hard Feelings lo hace posible… eso y mucho más.
