Estos primeros días del GIFF 2019 -San Miguel de Allende- se han visto marcados por múltiples eventos entre los que, por supuesto destacan el merecido homenaje al actor mexicano José Carlos Ruiz -famoso por haber dado vida al sensacional “Carajo” en ‘El Apando- y la proyección de grandes joyas como el excepcional documental ‘Kabul: City on the Wind’.
Sin embargo, no cabe duda de que uno de los aspectos que siempre llama la atención del GIFF es su notable inquietud por ensanchar las posibilidades inmersivas del formato fílmico con el fin de proponer nuevas experiencias.
Este año su propuesta de realidad virtual es un auténtico caldero de texturas que revoluciona el cine expandido como nunca antes.
Grandes experiencias virtuales como ‘The Holy City’ (Timur Musabay), ‘Living with Jaguars’ (Patrick Mocguire) y “Aripi (Wings)” (Dimitri Voloshin) han sorprendido gratamente gracias a una serie de experimentaciones formales y discursivas que concretan esa esquiva fantasía que desde siempre ha sido el principal motor del séptimo arte: hacer que el espectador se perciba plenamente integrado a la obra.
Mención especial merece ‘Ayahuasca (Kosmik Journey)’, de Jan Kounen, proyecto el cual, valiéndose de una serie de configuraciones inmersivas sumamente densas, transforma a la experiencia cinemática en un auténtico ritual de iniciación que logra emular de forma efectiva los síntomas de un auténtico viaje místico.
A pesar de estos logros, el cine convencional tampoco se queda atrás en cuanto poder sugestivo se refiere.
Haciendo gala de una precisión estética casi quirúrgica, los cortometrajes pertenecientes al GIFF de este año destacan como un auténtico crisol de belleza sugestiva que opera directamente sobre el lóbulo frontal del espectador para permitirle acceder a nuevas configuraciones ontológicas.
Mención especial merece ‘The Lonely Orbit’ de Frederic Siegel, una auténtica delicia que sólo puede apreciarse de forma total en pantalla grande.
Por supuesto, el talento mexicano no podía faltar y nuestros compatriotas más noveles han sacado a relucir su rostro más propositivo mediante una serie de increíbles cortometrajes entre los que nos encontramos con piezas verdaderamente soberbias como ‘Ómbligo de Agua’ y ‘Sin Regresos’, trabajo que contó, ni más ni menos, que con Tessa Ia como protagonista.
A pesar de estas grandes propuestas, no cabe duda de que, hasta el momento, la joya en la corona ha sido la proyección de ‘To Live To Sing’ (Johnny Ma), largometraje el cual sorprende por la naturaleza rabiosamente hermosa de su propuesta audiovisual.
Desde luego, merece especial mención el enérgico pronunciamiento de Yalitza Aparicio contra la violencia de género en el Teatro Ángela Peralta, mismo evento que, por su cargada aura política, destaca como uno de los momentos más apasionantes de esta fiesta fílmica.
Muchas sorpresas nos ha obsequiado el GIFF 2019 durante sus primeros días, sin embargo, no debemos de olvidar que aún faltan grandes eventos dentro de su agenda como los homenajes a Gus Van Sant y Nicolas Cage.
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