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Flume y las fortalezas y debilidades del hyperpop

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Flume y las fortalezas y debilidades del hyperpop
Ambulante 2024

Resulta esencial tratar comprender a las superestrellas de esta era y el australiano Harley Edward Streten, mejor conocido como Flume, a los 30 años de edad es una de ellas; es así que estoy convencido que es uno de los artistas que mejor representa a una manera de hacer las cosas a la que se denomina hyperpop, pues más que una estética sonora propiamente, es una actitud.

TXT:: Juan Carlos Hidalgo

“Se puede soñar con una cultura donde todo el mundo estalla en risas

 cuando alguien dice: esto es cierto, esto es real”

Jean Baudrillard

Su tercer álbum aparece teniéndolo como un protagonista de la vanguardia internacional que se ha venido moviendo en lo que llaman future bass, aunque Palaces deja en claro que de lo que se trata es de catapultar al pop al futuro de un solo golpe -algo que han venido haciendo también Woodkid y Fred Again.., entre otros).

Este proyecto refleja la bipolaridad del hyperpop, dado que combina momentos de exquisitez musical con arranques de excesiva liviandad y que son algo chirriantes. Vayamos por partes.

Flume se fue a lo profundo de Nueva Galés en su natal Australia para rodearse naturaleza y es por ello que las aves son el hilo conductor del álbum -un poco un pretexto-; el músico se rodeó de flora y fauna, asimiló la pandemia, pero el resultado denota que lo suyo, lo suyo, son las grandes ciudades, las pasarelas, los antros y la vida social. El desfile de invitados es tan grande que hasta parece una obra colectiva.

Si a uno conclusión llegamos con Palaces, es que el mundo de hoy es un rompecabezas en el que las cosas trascendentes alternan con pasajes de mucha ligereza. El mundo actual crepita por todos lados, así que en estas 13 canciones (en la versión normal) van de esa energía que lanza chispas y es estimulante a temas de un gusto chocante; pero claro, tiene sus joyitas.

Comenzando por la maravillosa voz de la norteamericana Caroline Polachek en “Sirens”, que le da total sentido a la existencia del álbum -¡De esto va el hyperpop!-; una voz casi mitológica alternando con sintetizadores crujientes en un tema excelente.

Y quizá tire yo de la vieja guardia -¡y está bien!- al destacar a Damon Albarn, quien participa en el tema titular que es sutil y aterciopelado, además de que abre con el registro de las aves que Flume encontró en su escapada. Una vez más es etéreo y acariciante.

De mi parte, considero algo muy congruente en Flume el sonido al que llega en “ESCAPE”, en el que en compañía de KUČKA y Quiet Bison parecen estar disparando rayos laser para todos lados. Es futurista y ambiciosa, pero no puedo cerrar este texto sin señalar que “Only fans”, hecha con Vírgen María desparrama mal gusto por todos lados; es un momento completamente hortera… de un gusto horrible.

Nada que ver con lo que ofrece en “I Can´t Tell”, en la que canta LAUREL, y que es hyperpop en todo su esplendor o bien “Hollow”, en compañía de la también australiana Emma Louise. A la postre, también hay algunas piezas menores que hacen el papel de interludios en pos de dar continuidad a la entrega.

Flume alberga las contradicciones de esta época, pero también sus momentos de lustre; es tan diverso que se torna disperso… llega a ser tan brillante y sofisticado, como luego banal y nebuloso. Palaces es reflejo de las turbulencias por las que atravesamos… de repente entrega toda su contundencia, pero por momentos se extravía.

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Juan Carlos Hidalgo

Juan Carlos Hidalgo

Embajador de Tuzolandia por el mundo. Su novela más reciente es 'Ya no más canciones de amor' (Ed. Gato Blanco). En Marvin, coordina las colecciones 'Rock para leer' y 'Tinta sonora'. Forma parte de la Red de Periodistas Musicales de Iberoamérica (REDPEM). Su libro más reciente se titula 'Una ópera egipcia', poemario a partir de un álbum de Los Planetas.

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