Sin categoría

Femi Kuti: Un viaje a través de la vida del hermano mayor del afrobeat

/
316,052
femi-kuti-journey-through-life-album-resena-afrobeat

El pasado 25 de abril, Femi Kuti publicó Journey through life, su nuevo álbum de estudio. Un disco íntimo y frontal que marca un punto de inflexión en su carrera.  Con esa excusa —y con ese mapa sonoro en la mira— decidí revisitarlo de principio a fin. No solo su música, también su historia, su fuerza, sus posturas políticas e ideológicas, su linaje. Porque hablar de Femi es hablar también de cómo se mantiene el equilibrio: construye una nueva voz pero sin perder la raíz.

TXT:: Juan Vázquez Gama

Si como sabemos Fela Kuti es el padre del afrobeat, entonces podemos decir sin duda que Femi Kuti es su hermano mayor. No solo porta el legendario apellido sino que ha protegido, desafiado y reimaginado un poderosísimo legado musical y de activismo con la misma fuerza que hacen, tal cual, los hermanos mayores.

Nacido el 16 de junio de 1962 en Londres, Olufela Olufemi Anikulapo-Kuti fue criado en el Kalakuta Republic, una comuna que funcionó como la concreción del manifiesto ideológico de Fela Kuti. Ahí, el afrobeat no era solo música: se vivía como un estandarte político y funcionaba como el sonido no oficial de la disidencia. A los 15 años, Femi ya tocaba el saxofón con la banda Egypt 80, donde aprendió no solo la técnica, sino las tensiones profundas entre el arte y el poder.

Me es imposible pensar en Fela Kuti sin que suene en mi cabeza una de sus canciones más poderosas: “No agreement“. Resume perfectamente lo que más admiro de él: esa claridad y contundencia con que afirma “No hay acuerdo hoy, no habrá acuerdo mañana”. No hay concesiones con el mal. Lo dice fuerte y claro, pero sin perder el ritmo, el groove, el baile. Por eso, Femi entendió muy pronto que el legado de Fela no podía heredarse sin ser devorado por él. Había que plantarle cara, preservarlo y, al mismo tiempo, construir algo distinto.

En 1986 Femi fundó The Positive Force, su propia banda. Con ella desarrolló un estilo menos frontal que el de su padre, pero igualmente comprometido. Desde entonces, a lo largo de más de una docena de discos y cinco nominaciones al Grammy, Femi ha construido una carrera que dialoga con el legado de Fela, pero que no se le subordina. Mientras el padre confrontaba al Estado con un puño en alto, el hijo lo hace con una mano sobre el pecho.

Ese camino alcanza un nuevo punto con Journey through life, su álbum más reciente. Muy especial, puesto qu e es la primera vez que Femi asume todo el control: compone, arregla, graba y produce, todo desde el estudio familiar Legacy Plus. El resultado es un diario sonoro, una cartografía ética y musical donde lo personal y lo político se funden de una manera que solo se comprende conociendo quiénes son los Kuti.

Quizá una de las diferencias más claras respecto a su padre es que Femi dejó en claro que no necesita un cargo ni una candidatura. Mientras en 1979 Fela intentó postularse a la presidencia con su partido Movement of the People, Femi observaba con distancia. Él ha elegido otro espacio para hacer la revolución. Y es que en la familia Kuti —una constelación tan vasta— cada quien tiene su órbita y ocupa su lugar.

Fela tuvo más de veinte hijos. Femi es el mayor de los varones. Seun —el menor, nacido en 1983— lidera hoy Egypt 80 bajo el alias de Big Bird Kuti, mientras Yeni —la hija mayor— dirige el New Afrika Shrine, centro cultural y espiritual legado de la familia, aunque también es bailarina y cantante, y en algunos momentos participó en las agrupaciones de Fela y de Femi. Otros, como Motunrayo, Kunle, Shalewa, incluso la ya fallecida Sola, han mantenido viva la llama desde otros frentes: el derecho, la danza, la gestión, la memoria. Todos orbitan, con libertad, el núcleo denso de ese apellido.

femi kuti journey through life album resena afrobeat 2

De vuelta al disco que nos concentra, la canción con la que abre, que es también la que le da nombre al álbum, es una invitación a respirar, a no confundir urgencia con ansiedad. En “Chop and run”, el groove lleva una crítica directa al saqueo institucional en Nigeria, mientras que “Work on myself” introduce una novedad en su repertorio: la vulnerabilidad como forma de resistencia. “Corruption na stealing” y “Politics don expose them” mantienen la línea crítica pero sin ser panfletaria. 

femi kuti journey through life album resena afrobeat 3

De alguna manera, el disco es también un ensayo sobre el paso del tiempo. A sus 62 años, Femi ya no necesita legitimarse ante nadie. No compite con el mito de su padre, ni con sus hermanos, ni con las generaciones más jóvenes. Está en otro lugar. Su activismo es cotidiano: es vegetariano, practica yoga, se rodea de músicos comprometidos, defiende la educación pública, o sea: vive lo que predica. 

En vivo, Femi Kuti es también un incendio, pero controlado. Hay furia, sí, pero también gozo. En su saxofón no solo resuena el eco de su padre, sino el de un continente que aprendió a cantar lo que estaba prohibido decir. Su música puede convocar a miles, pero también puede acompañar a una sola persona en el tránsito más íntimo. Y eso es Journey through life: un recordatorio de que la música contiene muchas formas de militancia, de activismo, de congruencia, de lucha.

Femi Kuti no necesita demostrar que es una leyenda. Además, es hijo de una. Lo que busca —y lo logra— es algo mucho más difícil: marcar diferencia.

*También te puede interesar: Amadou Bagayoko: Un lamento que se canta, canta; toca, toca; y baila, baila

Staff

Staff

So Long, and Thanks for All the Fish.

Auditorio BB