Música

Tomar terapia y crear conexiones: entrevista con The Drums

/
201,181
Tomar terapia y crear conexiones: entrevista con The Drums

No son pocos los artistas que se han tomado en serio la salud mental y hablan de forma abierta de sus padecimientos y de aquello que les ha servido para hacerles frente. Entre los músicos que se ha visto beneficiado por la terapia psicológica está Jonny Pierce, quien está al frente del proyecto The Drums.

TXT: Aldo Mejía

Hace unas semanas aprovechamos su visita más reciente a Ciudad de México y antes de su presentación en El Plaza platiqué con él. “Fue una gran sorpresa porque no sabía que vendríamos tan pronto a México”, dice con una gran sonrisa y una buena actitud. “Este es un país en el que me siento muy amado, comprendido; en Nueva York o Los Ángeles siempre se hacen presentes los mexicanos y ha habido ocasiones en los que me cuestiono el seguir haciendo música y son los fans mexicanos los que me alientan a seguir”, recuerda.

No es ningún secreto que el contenido en las letras de Brutalism es muy personal. ¿Cómo te sientes ahora que esas canciones pertenecen a tus fans y no sólo a The Drums?

Me siento más feliz de lo que he estado en mi vida y creo que la razón de esto es porque entre mi vida personal y la profesional no hay mucha diferencia ahora, ¿sabes? En mi vida personal expreso quien soy, trato de ser honesto sobre cómo me siento, trato de tener conversaciones genuinas y hacerme sentir vulnerable sin que esto sea algo negativo.

Antes no pasaba eso cuando entraba a hacer un disco. Acotaba un poco esa honestidad porque no estaba del todo listo para abrirme completamente. En mi vida personal he encontrado personas hermosas para establecer amistad, y eso es porque estoy siendo honesto y me estoy abriendo. Conforme voy madurando, me convenzo de que lo que más quiero es felicidad y alegría. Lo mismo pasa en la música, en lugar de tener una idea preconcebida de qué quiero hacer, ahora me siento a escribir con el corazón de por medio y trato de entender qué es lo que estoy sintiendo y eso va directo a una canción.

Sin embargo, Jonny Pierce confiesa que lo que menos le gusta de hacer música es estar dentro del estudio. Dice que lo percibe todo en ese momento como algo muy mecánico y los detalles se vuelven borrosos. “Ese mundo se siente demasiado profesional y como que le quita el alma a lo que estoy haciendo”, me cuenta mientras arruga el semblante para remarcar su desgano. “Puede que funcione para otras personas, pero a mí me gusta estar sólo y hacer las cosas a mi manera. Para Brutalism, The Drums compuso algunas cosas en el estudio porque era necesario, pero no atesoro estar ahí ni es emocionante”, remata con una risa abierta.

Tomar terapia y crear conexiones: entrevista con The Drums
Foto: Nicholas Moore.

Mientras The Drums terminaba el ciclo de Abysmal Thoughts, Jonny se divorció y eso lo llevó a tomar terapia, “fue muy difícil porque siempre pensé que la terapia era para otras personas, que yo era inteligente y sabría cómo resolver la situación”, explica sobre ese proceso.

“Es muy salvaje cuando vas a terapia con el corazón abierto, las cosas que descubres sobre ti mismo son aterradoras, y me llevó a hacer mucha investigación, a formular muchas preguntas y una te lleva a cien más hasta llegar a lugares profundos de tu pasado.”

Dice que algo de ese tono confesional e introspectivo se coló en esta nueva placa de The Drums pues estaba atravesando por una búsqueda interna, en la que aún se encuentra. “Mis mejores sesiones de terapia son en las que creo que estoy bien y no sé de qué vamos a hablar si me siento genial y empiezo a descifrar pasajes. Esas con las mejores sesiones porque no sé de qué vamos a hablar y termino llorando la hora completa con el corazón abierto”, recuerda con tranquilidad en la voz.

Pierce piensa que debió haber acudido con un especialista antes de entrar en una crisis, con el simple propósito de conocerse más. “Mientras más sepas de ti mismo y qué te hace sentir de ciertas maneras, puedes evitar hacerte daño. Pero si vas a ciegas, sin entender qué te hace feliz o te irrita, es una forma aterradora de vivir. Si puedes entender de dónde viene tu ansiedad puedes contrarrestarla. Y si digo que estoy en un momento muy feliz de mi vida es porque entiendo mucho más, aunque todavía queda mucho camino por recorrer.”

Un día Jonny se siente muy a gusto con quién es y al siguiente no puede evitar sentir cierto rechazo hacia sí mismo, pero entiende que es parte de la lucha constante. Ahora que, me adelanta, está pensando ya en hacer un siguiente disco, está planteándose nuevas preguntas y anteponer la honestidad. “Es difícil hacer una conexión genuina y bella con alguien si no estás en sintonía con quien eres. Y sin esas conexiones la vida es menos disfrutable”, reflexiona.

Como es normal en cualquier artista, Pierce también tiene inseguridades y cada vez que empieza un nuevo proceso creativo no puede evitar dudar. “A veces pienso, ‘tengo cinco buenos trabajo con The Drums, no puedo hacer uno más, es demasiada suerte’, y cuesta trabajo cambiar esa forma de pensar”, acepta sin ningún tipo de vergüenza. Me comparte que hace un tiempo se dio cuenta de que su cerebro lo estaba protegiendo de ese miedo al fracaso al causarle un agotamiento físico cuando se sentaba al piano para componer.

“Algo dentro de mí impedía que me aventurara a hacer una canción más. Así que cuando me siento cansado lucho contra ello y mi cerebro dice eventualmente, ‘bueno, supongo que vamos a hacer esto’. La terapia ha mejorado mi calidad como persona, músico e individuo”, me comparte con alegría.

¿Cómo encontraste el balance entre una letra tan personal y un ritmo bailable?

Creo que hay un gozo genuino en hacer una conexión con alguien incluso si es algo triste o espantoso. Cuando dos personas dicen ‘yo me siento de la misma manera’ hay empatía y eso es innegable. Nunca he tenido problemas escribiendo sobre tristeza porque sé que hay mucha gente sintiéndose así. Y creo que la parte bailable es más natural porque crecí escuchando techno y dance, soy un gran fan de la música electrónica y con ella empecé. Algo de eso todavía queda dentro de mí, es algo muy natural. El reto es equilibrarlo.

¿Cómo es llevar toda esa vulnerabilidad que adquiriste a un show de The Drums?

No sé, hay shows en los que me siento conectado con la audiencia totalmente y otras veces no lo logro; puede suceder que quiero crear esa conexión, pero simplemente estoy en otra parte. Es diferente cada noche, dude, soy una persona muy sensible y me afecta el detalle más pequeño. Trato de honrar esa sensibilidad, pero también de mantenerme enfocado. Así que cuando termino un álbum y hay que tocarlo en vivo no tengo expectativas porque eso no ayuda a nadie, ni a mí ni a los fans.

Si tengo una regla es estar presente en el momento; hay veces en que bailo por todo el escenario y otras que quiero quedarme más quieto, pero no importa lo que haga siempre y cuando lo haga de forma genuina. Si estoy pretendiendo, lo van a notar, tengo fans inteligentes y saben si algo extraño pasa. He aprendido a ser yo mismo sin importar nada más, hay veces que lo hago mejor que otras, pero esa es mi meta.

Concluye nuestra plática y, luego de haber escuchado un par de experiencias mías en terapia, parece haberse entablado una de esas conexiones genuinas de las que me habló. Así que nos despedimos con un abrazo, y nos deseamos suerte mutua.

Staff

Staff

21 años hablando de cultura pop nos respaldan. También hacemos Festival Marvin.

Auditorio BB