Música

Entrevista a Motilonas Rap: Protestar y resistir

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Entrevista a Motilonas Rap: Protestar y resistir
Ambulante 2024

El Catatumbo o “La Casa del Trueno” como se le conoce en lengua Barí (idioma de la familia lingüística Chibcha), es una región fronteriza (transfronteriza) con Venezuela, ubicada al norte de Santander, de la que en Colombia se ha escuchado poco. Motilonas Rap es un dúo de rap/hip-hop proveniente de este territorio llamado también como La Tierra del Oro Negro o Las Montañas Rebeldes; Motilonas Rap representa la cultura de los desprotegidos y la razón de sus rimas es: protestar y resistir.

Hablé, largo y tendido con Motilonas Rap sobre el Catatumbo, del Tibú, la región transfronteriza, los sembradíos de coca, el Barí Ara, y los conflictos sociales de esta región, además de su rap unificador y consciente.

TXT: Mixar López

“No nos llamen guerreras si no entienden nuestra lucha…”, han expresado, ¿cuál es la lucha de Motilonas Rap?

Nosotras luchamos por la dignidad de los pueblos campesinos e indígenas de Latinoamérica, para que se respete la ‘ancestralidad’ del territorio, el derecho a la vida y el derecho a la participación.

Los Relámpagos del Catatumbo son unos de los cinco fenómenos naturales más conocidos a nivel mundial y ocurren en la cuenca inferior del Río Catatumbo, ¿alguna vez han avistado uno?

Sí, en nuestro municipio Tibú se logra contemplar y en varias zonas de la región del Catatumbo.

¿Cómo es hacer rap desde una región “transfronteriza”?

Para Motilonas Rap es un enriquecimiento cultural y musical vivir en zona de frontera porque nos ha permitido la conexión directa con el movimiento hip hop de Venezuela, quienes han sido referentes y escuela para el hip hop en el norte de Santander. Por otra parte, las realidades y vivencias son distintas a las del resto del país, por tanto, es más fuerte el contexto lo que nos obliga a ser un rap comprometido.

¿Se ven aún muchos sembradíos de Coca, por ahí?

Sí, el campesino del Catatumbo ha intentado vivir de la yuca, el plátano, el cacao y demás cultivos, pero a muchos se les va la ilusión porque no les da. Es una realidad cruda que solo la entenderá el campesino o campesina que la siembra y la raspa para sobrevivir.

¿Tienen algún rap en Barí Ara?

Para nosotras la nación Bari es tan sagrada como el territorio y por respeto a su cultura milenaria no hemos hecho una canción en Bariara, puesto que los mayores no lo permiten ya que su lengua fue la única manera para proteger el territorio y su gente durante la colonización. Es su manera de resistir y permanecer.

¿Quién de ustedes se ha emborrachado más en un Día de las Comparsas?

Las dos hemos disfrutado de esa apoca del año, nos gustaba mucho bailar, disfrazarnos y pasear por las calles principales de Tibú, más cuando estábamos en el colegio, era una locura.

¿Cuáles son los principales conflictos sociales en el ‘Catatumbo’?

Conflicto por la tenencia de la tierra, confrontación armada por actores legales e ilegales, abandono del estado y militarización y extracción de recursos naturales.

¿Cuáles son las necesidades más primordiales de sus habitantes?

Personal médico, tenemos corregimientos muy lejanos y la gente no cuentan con el medio de transporte para tener acceso a la salud. Proyectos de cultivos con garantías. Universidades sostenibles. Recuperación de vías terciarias.

¿Cómo fue enfrentarse a la muerte todos los días dentro de este territorio?

Duele tener que ver a la región de luto en luto, pero duele más ver un gobierno indolente. Nosotras no hemos tenido que padecer la muerte de un familiar por culpa de la guerra, pero si a diario ver morir a nuestros líderes, lideresas, jóvenes y campesinos sin que se haga justicia. Es por esa razón que tomamos la música como modo de resistencia.

¿Qué es lo que han aprendido de los Motilones Barí?

La nación Bari es nuestro ejemplo a seguir, son guerreros y guerreras que luchan por la protección de la Ishta (tierra) resistiendo a través de los siglos. Mujeres y hombres de corazón dulce y mirada limpia que nos enseñan a relacionarnos con la madre desde el agradecimiento.

La resistencia a toda costa es el acto que tiene más sentido. ¿Quiénes apoyan a Motilonas Rap en esta resistencia?

Nuestro gran apoyo son las comunidades campesinas e indígenas quienes nos acompañan y solidarizarían en los espacios donde participamos, también los jóvenes, estudiantes, obreros entre otros.

¿Es el rap una herramienta aprobada para construir territorios?

Sí, sí es posible que el rap sea el puente que nos comunica con las comunidades y la herramienta que nos permite trabajar por el territorio ya que no tiene color, raza ni religión. Es la herramienta que ha logrado unir pueblos y salvar vidas.

¿Qué están leyendo ahora?

En este momento Ñaynsa lee un libro que lanzó hace un tiempo el Centro Nacional de Memoria Histórica llamado ‘Catatumbo: memorias de vida y dignidad’ (2018) narrando la violencia que ha vivido esta región de Norte de Santander, desde la llegada de los españoles al territorio barí hasta la dominación de los grupos armados ilegales que persiste. Y Bariara terminó de leer el libro La Brega escrito por Supreme Understanding.

¿Cómo es el proceso de composición de sus letras?

Nosotras trabajamos la composición individual, es decir, cada una propone su punto de vista. Muchas veces es necesario que junto a nuestro productor Zerox 276 hagamos una investigación previa de la situación, para tener argumentos reales y propios. Trabajamos en la denuncia y la mayoría de las veces nuestras letras van direccionadas a recuperar la confianza y la esperanza en las personas, sensibilizar y rescatar la memoria.

¿Cómo definirían Ishtana (2017)?, ¿y a quién va dirigida esa hermosa oda al rap bélico?

Ishtana es el disco que nos permitió por primera vez denunciar casos críticos de nuestra región, este proyecto se convirtió en la voz del pueblo campesino que no se le quería escuchar y atender, lo definiríamos como la “memoria viva”. El rap de Motilonas no está encasillado y tampoco va en la onda del rap bélico, sólo es un pap comprometido con el pueblo y dispuesto a narrar sus realidades.

¿Cuál fue el motivo para salir de sus territorios?

En nuestro municipio la situación es compleja para los artistas y aún más para los artistas de rap con una propuesta como la de nosotras, son nulos los espacios y sostener los procesos es tedioso. Con esta situación decidimos ser autónomas y salir a otros lugares para aprender y desaprender. Nuestra primera parada fue Medellín donde logramos conectarnos con varios procesos sociales que llevan un trabajo fuerte en Antioquia y con uno del movimiento hip hop más fuertes del país.

¿Qué es el 276 Records?

276 records en un sello venezolano dirigido por el productor Zerox 276 y el diseñador gráfico Og-Lee. A finales del 2016 en la ciudad de Cúcuta nos encontramos con Zerox 276 y desde ese momento fue la persona que confió y creyó en nuestro trabajo. Es importante para nosotras hablar de esta unión porque fue gracias a este sello que pudimos grabar por primera vez un disco y tener la experiencia en un estudio de grabación.

¿De qué se trata “Canto de la flecha”?

El Canto de la flecha es un mix tape que honra por medio de las letras y los sonidos la labor de las mujeres y los hombres que con su voz y canto transforman los territorios. Durante un año hemos venido trabajando en su elaboración desde la composición, nuestros skill´s, el concepto y la música. Esto nos ha llevado a conocer otras ciudades de Colombia y otros países conectándonos con artistas de talla nacional e internacional, los cuales harán parte del proyecto.

Staff

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