Una de las tendencias más fructíferas de la experimentación musical en la Ciudad de México ha sido el acercamiento de los músicos de jazz de improvisación a la del rock progresivo y viceversa. Esto ha provocado el renacimiento del género llamado zeuhl, nombre acuñado por el grupo francés Magma. Hace un par de semanas apareció el primer festival de música zeuhl en la Ciudad de México, una muestra de la fuerza de este incipiente movimiento, el cual cuenta con grupos como Rëlisp y Mekanik Kommandoh. Este género alcanza un alto nivel musical que se combina con una actitud espontánea y revoltosa.

Un mítico músico antecesor de este género es Greco Bastián, cuyo épico disco With a little hell from my friends cuenta con la participación de un gama de renombrados artistas internacionales como Tatsuya Yoshida, Jean-Luc Plouvier, Matt Labofsky y Pierre Vervloesem (álbum testigo de un impresionante poder de convocatoria de un músico que ha quedado en los sombras y cuyo reconocimiento en la Ciudad de México es prácticamente inexistente). “Bastián radica en Acapulco, Guerrero, y cuenta con varios álbumes –los cuales pueden encontrarse en su página de bandcamp– que si bien presentan detalles en lo referente a la calidad de su grabación, dejan ver una imaginación desbordada, una asombrosa musicalidad y un irreverente sentido del humor, plasmado en los títulos de sus composiciones”, comenta el periodista David Cortés. “Bastián ha dejado de ser el secreto mejor guardado de la escena mexicana para convertirse en una de las promesas a nivel mundial del género”, continúa Cortés.


Dicho esto, hay que contar que parece que Bastián, cuyo verdadero nombre es Pablo Eduardo Ibarra Reyes comunica sus propuestas a ciertos músicos y permite que ellos toquen en su nombre. Para su próxima presentación ha elegido un quinteto de lujo: en batería toca el productor musical, ingeniero de audio y gestor Gil Vázquez, quien ha grabado a artistas como Rita Guerrero e Ilan Rubin; en la guitarra está el compositor Hegel Pedroza, colaborador frecuente en los mundos del arte contemporáneo, con investigaciones sobre las tecnologías sonoras y jazz; en el piano, Bastián cuenta con el joven compositor y cantante Alejandro Ávila, con un trasfondo en la música clásica y parte del dúo de música experimental electrónica alemán-mexicano Mexa Strasse; en el bajo está Horacio Vidrio, quien toca con Wrokk; y al final el premiado joven jazzista Diego Franco redondea el quinteto, en el saxofón tenor.


El concierto de este quinteto es parte del ciclo de experimentación musical Azarret La Tehuanita, con la curadora invitada, la poeta y editora, Clau Arancio, de Argentina. La Tehuanita es un restaurante 100% indígena con dueños zapotecos que sirve platillos del Istmo de Tehuantepec, así como diversos tipos de mezcal oaxaqueño, y es la sede de esta nueva edición del Azarret. Cuenta con una terraza techada en la banqueta que hace cómoda la estancia en la lluvia. Aunque el flyer indica que iniciará a las 19:45 probablemente tarden 45 minutos más, como suele suceder en la escena de improvisación de la Ciudad de México.
Gil Vazquéz (batería), Alejandro Avila (piano), Hegel Pedroza (guitarra), Horacio Vidrio (bajo), Diego Franco (saxofón tenor) 23 de agosto, 19:45, La Tehuanita, Diagonal San Antonio 1513, Col. Narvarte Poniente, Ciudad de México.
Fotos: Marcocodrilo (Horacio Vidrio), Memoriafoto (Diego Franco), Solcor (Gil Vazquez), Cuartoandante (Hegel Pedroza),
Fuente flyer: Perec/PampaType
Dibujo perfil: Passer Domesticus, La Garnachera, Gerardo del Olmo
Experimento Anterior
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