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El placer de lo vomitivo: diez filmes verdaderamente desagradables

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El placer de lo vomitivo: diez filmes verdaderamente desagradables
Ambulante 2024

TXT: Toño Quintanar

Decimos que un filme es desagradable cuando, de una u otra forma, éste cimbra los pilares de nuestros juicios estéticos y morales. Situación que resulta en una experiencia chocante que nos impide digerir de forma absoluta aquello que ocurre frente a nosotros.

Por supuesto, lo repugnante también puede transformarse en un concepto artístico.

Valiéndose de su esencia subyugadora, un filme de naturaleza asquerosa es capaz de ponernos en contacto con esa incómoda noción que nos señala como los cómplices implícitos de una serie de prácticas que, a su manera, son igualmente aberrantes.

A continuación, presentamos diez cintas que están pensadas para aquellos cinéfilos de estómago fuerte y de mente a prueba de tabús.

10. Septic Man. (Jesse T. Cook, 2013).

Estremecedora cinta de horror corporal que narra la transformación sufrida por un empleado de drenajes quien, tras quedar atrapado en las alcantarillas durante una crisis en el sistema de aguas negras, comienza a degradarse físicamente hasta adquirir un aspecto horripilante. Asquerosa e incómoda, esta producción confronta al espectador con un escenario que resulta sobrecogedor debido al pabellón de elementos escatológicos que lo compone.

9. Slaughtered Vomit Dolls. (Lucifer Valentine, 2006).

Filme de índole absolutamente vomitiva que se encuentra aderezado por ciertas dosis de gore. El enigmático director Lucifer Valentine (su sobrenombre ya te dará una idea de por dónde va su propuesta estilística) presenta una serie de secuencias anárquicamente hiladas que tienen por protagonista a Angela Aberdeen, prostituta bulímica quien se ve sumergida en una espiral de horrores oníricos y fluidos corporales.

8.Threads. (Mick Jackson, 1984).

Las posibilidades devastadoras de un hipotético ataque nuclear son exploradas a lo largo de esta cinta que tiene por escenario a un dantesco Reino Unido. Un uso temprano del falso documental permite al director Mick Jackson introducirnos íntimamente en un contexto de pesadilla donde la siniestra fragilidad del cuerpo humano sólo se ve superada por la miseria a la que puede quedar reducida su mente.

 

7. Angst. (Gerald Kargl, 1983).

Gerald Kargl ensambla un sórdido relato en el que la cámara se vuelve el cómplice por excelencia de un asesino psicótico quien, tras salir de la cárcel, comienza a sentir una creciente atracción por una familia que vive de forma apartada y vulnerable. El carácter verosímil de Angst es su principal tarjeta de presentación, misma que es desarrollada de forma magistral a lo largo de un extenso crisol de situaciones desgarradoras.

6. Gummo. (Harmony Korine, 1997).

Pocas cintas son capaces de producir una sensación tan definitivamente incómoda. Harmony Korine ofrece un relato cuasi fantástico acerca de la decadencia humana y del conjunto de fracturas morales que rigen a Occidente; mismos aspectos que son retratados a través de un matiz metafórico.

5. August Underground. (Fred Vogel, 2001).

Una pareja de individuos quienes llevan a nuevos niveles el término “maniático enfermo” documentan sus inenarrables crímenes mediante una cámara en mano la cual los sigue a lo largo de sus inconexas y perturbadoras prácticas. Pensada originalmente para distribuirse como un supuesto filme snuff real, esta producción se vale ingeniosamente del género found footage para presentar un discurso plenamente cruel que ataca sin recelo a la moral del espectador.

4. The Girl Next Door. (Gregory Wilson, 2007).

Filme rotundamente explícito que narra los horrores sufridos por una adolescente quien, después de ser secuestrada y encerrada en un sótano por una familia de psicóticos, habrá de pasar por múltiples vejaciones. La sociedad norteamericana se ve calcada ácidamente mediante una narración que deja en claro que, detrás de las apariencias normalizadas, pueden esconderse mentes absolutamente retorcidas.

3. Funny Games. (Michael Haneke, 1997).

Una perfecta muestra de que lo desagradable puede presentarse bajo formas casi subliminales. Michael Haneke nos ofrece un argumento donde una familia limpia y decente se vuelve el juguete predilecto de una pareja de jóvenes sociópatas. Mediante una inusitada violencia psicológica, este trabajo pone de manifiesto la vulnerabilidad intrínseca de los seres humanos.

2. Pink Flamingos. (John Waters, 1972).

Considerada por muchos como la cinta más “guarra” jamás grabada, esta pieza maestra del cine bizarro tiene por personaje principal a la inigualable Divine; drag queen quien protagoniza una de las escenas más asquerosas de la historia del Séptimo Arte al engullir un trozo fresco de excremento perruno. Delirante y divertida de principio a fin, este trabajo es toda una oda al mal gusto.

1. Melancholie der Angel. (Marian Dora, 2009).

Esta cinta se encuentra compuesta por una sucesión de situaciones decididamente surrealistas las cuales se ven concretadas mediante una estética transgresora atiborrada de vómito, sangre, orines y demás linduras. Misma propuesta incómoda que contrasta gratamente con un cúmulo de paisajes abiertamente idílicos. Si usted es de esas personas demasiado sensibles, este filme no es recomendable.

 

Auditorio BB