México tiene muchos tesoros escondidos y El monstruo son los otros es uno de ellos.
Roco, Aníbal, Memo y Quique encarnan a los sobrevivientes de la caída del Imperio Azteca que habitaron en una ciudad llamada Nueva Tenochtitlán del Temblor, que eventualmente valió verga a causa de un Terremoto.
Tras escapar de la desgracia por una grieta interdimensional, llegaron a nuestra ciudad y a nuestro tiempo, y decidieron cantar la historia de su civilización antes de que cayera en el olvido. Esta historia está contenida en el códice sonoro conocido como Crónicas de Nueva Tenochtitlán que narra todo lo ocurrido en cuatro EPs: El ave de los 400 claxons (2017), La ciudad de las 400 bandas (2017), La gardenia de los 400 nombres (2019) y, finalmente, La noche de lxs 400 muertxs.
En este EP EMSLO se ha unido con talentosos músicos de esta dimensión para traer historias como “Las balas que nunca caen”, donde nos cuentan junto con el dúo jalisciense Ampersan cómo en la Nueva Tenochtitlán tardía la violencia era tal que las gotas que caían del cielo eran mortales; y también canciones como “La Ciudad y El Terremoto” donde unieron fuerzas con la mítica banda Decibel, quienes en esta canción aportan el terremoto sonoro que causó la destrucción de su ciudad natal. Finalmente, EMSLO culmina su historia con una pieza ideada para correr los créditos finales de esta historia “¡Adiós, Nueva Tenochtitlán!”.
El monstruo son los otros trae verdades que son poco conocidas y que han sido escondidas por el gobierno (en particular por la SEP) y por la iglesia Católica ya que encontraían su poder neutralizado si se diera a conocer la existencia de universos paralelos a éste.
Dale play acá y escucha su último EP. Es una joya que además se baila bien.
