Cuando el rock mexicano comenzó su recuperación a mediados de los años ochenta, Francisco Barrios “El Mastuerzo” estaba allí, como baterista de Botellita de Jerez, al lado de Sergio Arau, el Uyuyuy en guitarra y Armando Vega Gil (QEPD), el Cucurrucucú, en el bajo. Sin embargo, ya estaba allí al iniciar la década previa, cuando llegó al entonces Distrito Federal procedente de su natal Tulancingo, Hidalgo y al poco tiempo se integró a Los Nakos. Hoy, es el anfitrión de La otra canción. ¿Cuándo vienes a cantar a la casa?
TXT:: David Cortés
Se trata de una serie de 13 programas que se transmite por la señal de Capital 21 los viernes a las 22:00 hrs. en donde, de la mano de distintos invitados, hace un recorrido por la historia de esa forma artística que él definió, en el Manifiesto Rolerista de 1997, como “la rola es canción, la canción es poesía y la poesía es un choro chido que canta y que rola y, dijera mi carnal Armando Vega Gil, baila en una pata”.
¿Cuál es la canción que te importa?
Todas, todas, porque en realidad las formas… no me interesa posicionarme desde el rock, o desde la trova, me posiciono desde la canción y desde endenantes carnal. Es decir, creo en las distintas formas que son legítimas, verdaderas, las distintas formas que cada quien asume para hacer su obra. Me gusta escuchar lo que el mercado me está diciendo, también es un referente, ni pedo, pero lo otro y que no tiene que ver con géneros, con estilísticas, es la canción…
Sin apellidos.
Sí, toda la música, todo lo que está bien hecho, el bien hacer.
Algo que recuperas en estos programas que se transmiten por Capital 21 es ir a la calle.
Sí, no jugarle al rollo de la gran producción, de ninguna forma; lo que queremos es que hable la canción, incluso la propia plática, el diálogo, el conversatorio, es absolutamente circunstancial. Es ven a cantar a la casa.
¿Quiénes serán tus invitados en el programa?
Son 26 camaradas en total, 13 aquí en casa y 13 en distintos lugares. León Chávez Texeiro, Gerardo Enciso, Ali Guagua, Bajo Palabra, Juan Pablo Villa, David Haro, Leti Servín, Arturo “Carcara” Muñoz, Carlos Arellano, José Cruz, entre otros. Lo importante, te digo, es la canción solita, desnuda, encuerada.
Esa canción que se sostiene con una guitarra lo mismo que con una banda completa.
Exacto o con una sinfónica. Partir de que la rola vale por sí misma, encueradita. Es un poco el refrendar que hay compitas que con su pura guitarra, insisto, hasta con un palito, cantan. Además, sin ningún prejuicio. Es que puede desafinar… no importa, es que así canta y lo que dice es muy importante. Porque no buscamos voces bonitas, sino que digan. Leonard Cohen, Bob Dylan, Neil Young, no son Paul McCartney.
Estamos buscando una canción trascendente, incluso hasta la canción boba, pero que se involucra, que vive una relación social, así cantes al amor tonto, pero que tu forma la relaciones con la realidad concreta. Nuestra canción es una realidad social, no es una mercancía solamente; puede serlo, pero nuestra canción en sí misma es una relación social, la llevas y te solidarizas en contra de las guerras capitalistas o con las compas mazatecas.
Ya lo comentaba León Chávez Texeiro, que la rola tiene que girar, como si tuviera ruedas, pies, ir a todos lados.
Hay un planteamiento bien chido desde hace muchos años, nuestra relación desde nuestras rolas con los movimientos sociales. Incluso en un bar donde vas a cantarle a cierta gente y de pronto si hay una canción que trasciende, que dice algo, sí te rompe la cabeza. ¿Cuándo vienes a cantar a la casa? nos dio la posibilidad de documentar y sobre todo a gente que ya está grande.
Se oye feo decirlo, pero nos vamos a ir y hemos visto mucho talento perdido.
Sí, hemos sido avasallados.
Y que quede constancia.
Además de con cierta calidad que nos da Capital 21. No quiero ser conductor de un programa, ni anfitrión para toda la vida, esto es una necesidad, la de organizarnos con otras, con otros; pero yo quiero seguir cantando y hacer canciones. La tragedia del ser humano es nacer para morir, pero mientras nos morimos, hay que chingarle, hay que hacer cosas bonitas, chingonas, trascendentes. Caminando y meando pa´ no hacer charco carnal.
Tener un sueño, pero trabajar por él.
Exacto, nadie va a venir a ayudarte. Ese programa es una chamba y no cualquier chamba, porque ya vivimos eso. Yo trabajé en el Banco de México, en Hacienda, fui taxista, pero esto es nuestra vida, lo que estamos diciendo aquí, no podemos decir mentiras. Esa es nuestra responsabilidad con ese programa, además quiénes va a estar, no cualquiera.
Tiene que ser la crema y nata.
La curaduría que nos lleve a lo verdadero. No hay ninguno de los invitados que quiera sobresalir, todos son muy naturales, todos. Y lo estamos logrando, los que quedan son unos chingones, los que faltan y los que todavía no invitamos si es que continua. A lo que le tiramos es que en esa visión por la canción popular, ésta sea entendida como una obra de arte. Es susceptible de serlo, eso no lo decimos nosotros, lo decidirá la historia, no sé, la estética de cada momento, pero nuestra pretensión es esa, crear obras de arte y reivindicarlas; habrá otras que no lo son.
Pero eso, como has dicho, será la historia la que las pondrá en su justa dimensión…
Pero no el mercado. Si te quieres hacer famoso, métele un varo al face.