Opinión

El Kairos para que el obrero actúe en La Piscina de Carlos Edelmiro

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El Kairos para que el obrero actúe en La Piscina de Carlos Edelmiro
Ambulante 2024

La Piscina Calumbos de Sonido Textual rememora la época de la fundidora de Monterrey desde una reflexión y la regrabación de audio con antiguos obreros.

TXT: Carlos Edelmiro

Marvin 2022 1 Logo Fundidora

En el Parque Fundidora, actualmente se concentra una parte importante de la actividad cultural de Monterrey. Dentro del parque están la Cineteca, la Pinacoteca, el Centro de las Artes y la escuela Adolfo Prieto. En sus instalaciones se hacen los festivales más grandes de la ciudad como el Pal’ Norte, Machaca Fest, Wonderland, Live out, entre otros. Alberga también la arena Monterrey y el auditorio Citibanamex, 2 de las salas de conciertos más importantes de la ciudad, entre otras amenidades como el Museo de Cera, el parque Plaza Sésamo, una pista de hielo, etc.

En sus inicios como empresa fundidora de acero, fue una de las fuentes más grande de empleo; lo cual posibilitó la creación de las colonias Acero, Buenos Aires, Obrera y Terminal. También se crearon instalaciones deportivas y el parque España para el esparcimiento de los obreros y público en general. Fundidora fue un epicentro del movimiento de Monterrey, tanto que, desde 1903 hasta 1986, su silbato marcó el ritmo de la ciudad, incluso para los que no estaban vinculados con la empresa.

Monterrey siempre ha sido una ciudad que construye sobre su pasado, borrando las huellas de su memoria. Por eso me parece interesante compartir este escrito de un sonido que también fue parte de Fundidora y del cual se desprenden anécdotas que nos pueden unir más a ese pasado regiomontano.

Marvin 2022 2 Fundidora 1959
Marvin 2022 3 El horno

(2016) En conmemoración del 30 aniversario del cierre de Fundidora Monterrey se creó el Laboratorio Fundidora 3 x 3 en el cual se reunió a sociólogos, artistas y ex mineros con el objetivo de desarrollar obras artísticas que le  dieran un lugar en el presente al ex obrero y su memoria.

Durante el laboratorio se formaron equipos que siguieron líneas de producción distintas, teniendo como resultado la creación de 3 documentales, un programa radial y esta ruina.

Para este proyecto se grabó una re-interpretación hecha por Ramón, José Luis, Mario y Felipe (ex obreros de Fundidora) de la cortinilla introductoria del programa radial de sátira política El Molcajete (AM Radio XEFB 630) protagonizado por Don Jeremías Becerra. Las ondas sonoras de esta re-interpretación fueron reproducidas y grabadas a través de las paredes del Horno Alto 2, repitiendo este proceso 30 veces. 

​”Ahorita ven aquí estas máquinas bien tranquilitas, pero cuando estaban prendidas hacían ruido, hacían muuucho ruido”

Dice un ex obrero en el ahora lobby de la Cineteca de Monterrey.

Para los ex obreros de Fundidora el silencio es confusión.

 Diciembre 27 de 1942, los dirigentes de la empresa deciden incrementar el capital de la sociedad a 50 millones de pesos para las obras del Horno Alto 2 quintuplicando el capital inicial de Fundidora (10 millones de pesos). Para el 8 de julio del ’43 el Horno ya está activo y no cesaría sus actividades hasta el cierre de la empresa en 1986.

​Por aquellos años, la segunda guerra mundial afectaba a EUA, dificultando la importación de materiales necesarios para la construcción del Horno Alto 2, los siderúrgicos formaban parte de lo que los estadounidenses consideraban como materiales esenciales para la guerra. Por lo cual Fundidora se vió en la necesidad de enviar a un representante a Nueva York con la finalidad de terminar la gestión del Horno Alto 2. Finalmente las negociaciones se resuelven en 1941 a través de un vínculo favorable entre Fundidora y la compañía Texana Sheffield Steel Corporation.  

En el año 1989 Mario M. Secundino (ex obrero de Fundidora), forma parte del equipo de PROTEXA para desmantelar el Horno Alto 2, único Horno construido enteramente por personal de Fundidora. Al pasar de los años ha quedado rezagado en la carrera tecnológica y sin propuestas futuras para el patrimonio industrial es vendido como chatarra. “Yo había sido soldador en Fundidora, entonces me contrataron rápido para desmantelar porque había que chatarrear, convertir los pedazos grandes del Horno en láminas, para que se pudieran transportar en pedacitos y pues eso lo hacíamos a puro soldador” dice Mario, mientras me muestra su credencial de trabajo de aquel año. Al preguntarle cuánto tiempo duró el desmantelamiento, no supo precisarlo “Hubo un problema, no me acuerdo qué problema hubo, pero yo me salí, estaba muy peligroso, había que subirse hasta mero arriba y soldar en las alturas, imagínate que  hasta había gente que se quedaba paralizada del miedo, y pues yo no volví”. 

Hoy, el Horno 3 alberga en su interior un museo y el Horno 1 ostenta el título de primer obra arquitectónica de su tipo en Latinoamérica, ambos han sido declarados Monumentos Artísticos de la Nación y, por lo tanto, se les destina un presupuesto de protección, mientras que, el Horno Alto 2 símbolo en su momento de autonomía y liderazgo, hoy se encuentra en ruinas.

La ruina es lo que permanece cuando todo lo demás se ha ido. En una Fundidora donde toda construcción ameritó una renovación:  las adecuaciones para que Nave generadores fuera un recinto cerrado, la tardía remodelación de la Nave Lewis o la reciente capa de pintura dada al Horno Alto 1 opacan a la pequeña plaza de cemento que hoy llaman irónicamente “Mirador Los Hornos” construida encima de los restos del Horno Alto 2, la ruina prematura.

“Aquí en Fundidora el único lugar donde escuchábamos música era en el restaurante o cuando salíamos de baile”,  me dice Ponciano (ex líder sindical de los obreros) “Sí es cierto, había unas bocinillas en el restaurante, pero casi ni se escuchaban” comenta José Luis (otro ex obrero). Los niveles de presión sonora que emitían las máquinas imposibilitaban el uso del radio y la mayoría de los trabajadores utilizaban audífonos protectores, por lo tanto, la música sonaba solo en los momentos de ocio.

Para los ex obreros de Fundidora el ruido es bienestar. 

“Yo le iba a dejar el lonche a mi papá, a eso de las 11:30 o pasaditas salía de mi casa y me agarraba el programa ese [El Molcajete] camino a Fundidora, se escuchaba en las radios de las casas cuando iba yo pasando, y duraba como una hora o no me acuerdo, pero lo escuchaba de ida y vuelta. Y siempre comenzaba con los Montañeses del Álamo, la canción se llamaba… No me acuerdo cómo se llamaba pero me acuerdo de algunos pedacitos, decía: vénganse por el atajo para que lleguen en un brete, que nos espera el relajo del merito molcajete. La estuve buscando en el youtube pero no la encontré, a ver si tú la encuentras”, me dice José Luis mientras tomamos una coca cerca de la Alameda.

Unos días después le conté a Ramon y a Jose Luis que estuve buscando la canción, que incluso llamé a la radiodifusora y nada. Ellos, ya con guitarra en mano lograron recordar la cortinilla. Decidimos poner una fecha para grabar. La idea inicial de la grabación era pasar por ellos a sus casas y de ahí ir a mi estudio pero, cuando llegué a casa de Ramon, me platicó que un amigo (ex obrero también) había llegado hace unos días a su casa pensando que Ramón ya estaba muerto —Él toca las congas, vamos a visitarlo— y sacó un mapa. Dimos con la dirección rápido, pero no estaba. Su esposa nos dijo —Espérenlo, tarda unas 2 horas — Esperamos. Se hacía de noche, hablando con Roberto (el camarógrafo) decidimos que lo mejor sería grabar ahí una vez que llegara Mario. 🔴 Rec.

Marvin 2022 4 1er grabacion.Still010

Wade Matthews, improvisador y teórico musical comenta “La arquitectura estructura el espacio pero no el tiempo, por lo tanto podemos entender la ruina como la arquitectura desestructurada por el tiempo (…) La música en cambio estructura el tiempo, no el espacio. Así, si tuviera una relación recíproca con la arquitectura, sus ruinas tendrían que manifestarse en el espacio.” 

Una técnica de re-grabación que popularizó Alvin Lucier en 1969 dice que si se reproduce un estímulo sonoro en un recinto resonante y este estímulo es grabado, vuelto a reproducir y vuelto a grabar, repitiendo el proceso por N cantidad de veces, las frecuencias resonantes del cuarto se reforzarán, enmascarando el mensaje sonoro original. En otras palabras, esta técnica permite que un sonido sea transformado (modulado) a través de un espacio específico, como si se tratara de una huella que imprime un espacio sobre un sonido. Para optimizar la técnica de Lucier se desarrolló un software especialmente diseñado para este proyecto que permitió que el proceso de reproducción y grabación en loop se hiciera en automático 30 veces dentro de los vestigios del Horno Alto 2.

El silencio de este Horno ahuyenta al ex obrero que busca redimirse y reencontrarse con el pasado que se le niega. Solo reuniendo fragmentos de su historia se abrirá el portal del Kairós (el momento adecuado) para hacer una intersección con la eternidad y romper la barrera del tiempo cuantitativo. Estos 4 ex obreros se transportaron al pasado cuando grabamos la cortinilla del Molcajete, al rebotar las ondas sonoras de esta grabación en las paredes del Horno Alto 2 y construir su ruina, las voces de estos ex mineros se fundirán con el tiempo para unirlos con lo perpetuo.

Homenaje a los ex obreros que fingieron sordera en su audiometría, ganando $200 pesos extra en su pensión.

Pequeño triunfo en épocas de confusión.

https://sinewavelover.bandcamp.com/album/el-kair-s-para-que-el-obrero-act-e

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