Pablo, a quien el mundo del trap español conoce como “El chino”, nació en el barrio de Corea, en el rumbo de Armilla en Granada, durante 1991, y es una de esas figuras a las que el éxito y el mainstream no logran domesticar y que se destaca por la gran variedad de estilos que combina en sus canciones.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Dellafuente tiene en Tanteo su EP más reciente y allí se encuentra “De plata y madera”, en la que hay trap, autotune y cadencia, pero también la presencia del cantaor Israel Fernández, que agrega ese toque flamenco a la composición.
Tanteo está conformado por 5 piezas, pero ha sido “Modo sigilo” la que más ha llamado la atención, pues en ella le manda un saludo a su buen amigo C. Tangana y se congratula de que vaya en camino de convertirse en leyenda. Se trata una vez más de una canción que suena en las calles y que no necesita de los medios para convertirse en un suceso.
Dellafuente es un artista que levanta pasiones y al que le han dedicado incluso el nombre de un equipo de futbol, Dellafuente F.C, y él ni se inmuta y va a su tiempo; explora todas las posibilidades musicales que se le antojan; por ejemplo, en “Nada sin ustedes”, que es un reguetón, se pregunta acerca de su estado de salud y nivel técnico al ironizar si es que ya no alcanza la nota.
“El chino” tiene una madre brasileña, por lo que de allí le viene un sabor muy especial y la noción para usar varios ritmos latinos -en el pasado ya recurrió a la bachata-. Tanteo representa un regreso un tanto inesperado tras mostrarse harto de la propia carrera en Descanso en poder.
Tanteo representa su regreso en plena forma, después de un periodo de ocultamiento y vaya que la inspiración le regresó, por lo que cabe esperar lo mejor de su próximo álbum que se llamará El Milagro; es importante señalar que algo hay en este EP del sonido de los comienzos de Dellafuente.
“El chino” es renuente a lidiar con la fama y todo lo que conlleva; al menos es un tipo con los pies en la tierra y ello le da un toque de distinción del resto.
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