Es indiscutible la relevancia que ha tenido Daniel Melero, no sólo para el rock argentino, sino para el rock hecho en español. Artista poliédrico, siempre pendiente de las ideas atemporales más que de las modas. El autoproclamado no músico se embarcó en la aventura en poner en palabras parte de su vida, y junto a Mariano Vespa ha dado vida a una de las biografías más emocionantes relacionadas con el rock hecho en el sur del continente.
Mariano Vespa, parte fundamental de esta obra, estará este jueves 22 de mayo en la librería Polilla (Frontera 146, Roma Norte) en punto de las 7:30 PM para hacer la presentación oficial de Incierto y sinuoso (Caja Negra) en nuestro país. Platicamos brevemente con Vespa antes de la presentación de este libro.

¿Cuál fue el mayor desafío que enfrentaste al colaborar en esta biografía?
El más grande desafío tuvo que ver con algo que yo definiría como mi rol, que es una especie de montajista, es una referencia cinematográfica, que tiene que ver con la compaginación y el armado de una voz que, a su vez, sea múltiple. Tuve acceso a material de él de los años 80 y 90, y de manera personal a conversaciones directas con él. Por otro lado, hubo entrevistas a terceros que generosamente contribuyeron a su memoria, entre ellos Richard Coleman. Surgió el desafío de qué hacer con todo ese caudal de información que atestiguaba una trayectoria incierta y sinuosa.
A Daniel no le apasiona el género biográfico, a diferencia de mí que lo encuentro muy vital y muy plástico. El libro trae este universo expandido que es toda la obra de Daniel, entre producciones, colaboraciones y su acercamiento al under argentino. Un carácter bastante heterogéneo. Esa cosa tan punk de hacer con lo que hay, sin grandes sofisticaciones, en todo caso la sofisticación proviene de una mirada artística. También existe una mirada de la época, en particular de los 80 y de los 90. Cómo circula la música, cómo la industria da y quita. Interesante ver como Daniel se movía al margen, a pesar de haber tenido un momento de visibilidad con Soda Stereo, tiene algo de descentrado también. Y entre esa dualidad se puede generar un caos.

¿A qué conclusión llegas de la importancia de Melero dentro de la historia del rock argentino?
La estirpe de Daniel como artífice de la cultura argentina es insoslayable, nuclear para otros artistas más jóvenes que emergieron bajo su impronta. Él promueve un Arte expandido, Daniel se convirtió en un campo magnético de muchas disciplinas, no sólo del rock. Con una filosofía que permite la libertad sin ningún tipo de imposición.
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