El cantautor de Seattle se encamina hacia los 50 años de edad como una figura sombría y elusiva; no le atraen los grandes reflectores y aún así ya lleva más de 25 años en la brega y con una discografía vasta e incontenible que raya los 20 álbumes. Damien Jurado mantiene su intenso ritmo de trabajo compositivo y cada vez da muestras de que lo hace mejor.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Apenas el año pasado editó The Monster Who Hated Pennsylvania, cuando ya nos sorprende con Reggae Film Star, una vez más para su propio sello Maraqopa Records; de esta manera puede concentrarse en una poesía doméstica y nebulosa que no entiende de grandilocuencia ni excesos; Damien Jurado se queda con lo que tiene delante y con ello trabaja, algo que queda claro desde la inicial “Roger.
Estamos ante una colección de 12 impecables canciones que no ponen al negocio por delante, sino al arte -como debe de ser-; este singer-songwriter prosigue desde las distancias cortas y lo hace apelando a un indie rock casi acústico o bien de delicada instrumentación, que se ajusta perfectamente a la nostálgica pátina que impone a canciones como “What Happened To The Class of ’65?”.
Cierto es que está vez sabe utilizar con elegancia la sección de cuerdas, que aparece en “Day of the Robot” -un poco más veloz que el conjunto- y en una muy efectiva “Whatever Happened To Paul Sand?”, que tiene esas alusiones religiosas que son marca de la casa.
Quizá Damien Jurado jamás escalé hasta la parte más rutilante del mainstream -y dudo que le interese-; es un músico completamente maduro que tiene muy claro cuál su código de ética y estética, que no le ha impedido experimentar en el pasado. Lleva un rato depurando su relación con el arte de componer canciones y suele salir magníficamente librado, tal como se evidencia en “Taped In Front Of A Live Studio Audience”.
Pertenece a esa cofradía casi secreta en la que también militan Bonnie “Prince” Billy y Bill Callahan para reivindicar un tipo de canción muy norteamericana que reconoce y aprecia a sus músicas de raíz, al tiempo que privilegia su parte narrativa. Damien Jurado es un gran contador de historias a las que llega tras exprimir a lo cotidiano, muy al estilo de lo que hacía Raymond Carver en sus famosos cuentos … no más, no menos.
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