Música

Daga Voladora: Orfebrería indie pop inmersa en la belleza y fuera del tiempo

/
304,073
Daga Voladora: Orfebrería indie pop inmersa en la belleza y fuera del tiempo

Subiste a la montaña / Hace mucho frío allí / Hay veces que el frío quema / Más que el sol a mediodía: Un recurso poético válido para entrar al peculiar universo de la española Cristina Plaza, quien se hace llamar Daga Voladora, y está de regreso tras casi 8 años de ausencia para firmar un álbum personalísimo llamado Los manantiales y del que extraemos un fragmento de “Ceniza plateada”.

Se trata de una obra de orfebrería de indie pop que reivindica los temas lentos y un entorno estético que nos remonta tanto a Stereolab, como a lo que ha hecho Cristina Lliso, en plan solista y con Esclarecidos, y, especialmente, hasta a una Ana D, quien merece ser valorada en su justa medida.

Todo indica que Daga Voladora nos quiere llevar hasta su propio territorio sonoro desde un principio y es por ello que nombra “Cristinopolis”, a una incursión en la que afloran los sintetizadores análogos, referencias melódicas a Vainica Doble e Hidrogenesse que provocan que emociones y evocaciones naïve se agolpen en torno a la belleza; es el corte inaugural.

Los manantiales está conformado por 9 canciones, entre las que se destaca “Quise ser”, que tiene un excelente trabajo letrístico: Yo quise ser héroe de ficción / Pintora expresionista / Actriz revelación…    Quise ser poeta en Nueva York / Figura consagrada / Beso redentor”, a la que se agrega la ya mencionada, que también posee una lírica estupenda: “Ya no existe la montaña, no hace frío ni hace sol / Tú tampoco existes, ahora estás mucho mejor”; “Ceniza plateada” es toda una aventura.

Elementales cajas de ritmo, piano y sintetizadores en pos de una fascinante experiencia demodé que a la vez se torna atemporal y hermosa; Los manantiales es un disco para acompañar con un exótico cocktail que mezcle licores varios y que nos haga pensar en un pasado lleno de misterio y encanto. Acá hay resonancias de Combustible Edison y Broadcast en distintas medidas, pero cada una embriagadora.

Y el encanto no se agota… ahí está “Me pasará contigo”, una balada con mucho savoir faire y que parecería pertenecer a una novel de Enrique Vila Matas: “Me pasará contigo, ya lo estoy viendo / Venga mensajes cifrados que ni yo misma entiendo”.

Daga Voladora se desmarca de la mayoría de los sonidos de la España de hoy… se instala en un limbo atemporal y atractivo, en que Los manantiales ofrece un deseo de vivir historias impredecibles y seductoras, tal como la pintura que aparece en la portada: La chica del King Creole, un óleo de Javier de Juan, datado en 1986.

No me quiero despedir de este acercamiento escrito a Daga Voladora sin mencionar a la impecable e impactante “Diamante”, que sube la tensión y la emoción con todo y su caja de ritmos machacona y un basamento que le permite cantar: “Una armonía destartalada/ Una caléndula en el cieno/ Una escopeta que no dispara/ Un látigo de terciopelo”.

Fuera del tiempo… inmersa en la belleza. 

*También te puede interesar: Daphne Guinness: “No practico el ocultismo, recomiendo evitar tratos con fuerzas superiores”

Juan Carlos Hidalgo

Juan Carlos Hidalgo

Embajador de Tuzolandia por el mundo. Su novela más reciente es 'Ya no más canciones de amor' (Ed. Gato Blanco). En Marvin, coordina las colecciones 'Rock para leer' y 'Tinta sonora'. Forma parte de la Red de Periodistas Musicales de Iberoamérica (REDPEM). Su libro más reciente se titula 'Una ópera egipcia', poemario a partir de un álbum de Los Planetas.

Auditorio BB