Quizá todos somos unas gallinas, quizá tenemos otro destino para el país, o simplemente no somos tan comprometidos como la joven (y su amigo) que administra el Blog del Narco.
El periódico británico The Guardian la contactó y entrevistó con el pretexto del lanzamiento del libro: Morir por la verdad donde relata la forma en la que se creó el ahora afamado blog.
Ella es contundente en la conversación, básicamente se da por muerta o exiliada: “si no estamos aquí mañana por favor difundan el mensaje, no debemos temer a aquellos en el poder. Nosotros somos México, somos buenos y hay más como nosotros”, dice.
Si bien su repentino aparecer responde a una estrategia para la venta del libro, no deja de sorprender su forma de pensar. Confieso que a mí me pegó por dos frentes: el de ciudadano mexicano preocupado por su país, y el de periodista.
¿Tan cobardes somos para no retratar en los medios la realidad de la violencia? ¿Nos escudamos en el hecho de que no es ético mostrar cadáveres? Aunque estoy convencido de que los medios no deben ser voceros de los narcotraficantes…
Aún así, pregunto: ¿si ustedes recibieran una amenaza de muerte de un grupo criminal, seguirían escribiendo o dejarían todo por la paz? La respuesta no es sencilla.
Lucy, como ha sido identificada para tratar de guardar el anonimato, vive escondida, según relata. Dejó su vida social de lado, sus amigos y su familia para atender el sitio que recibe miles de visitas por día desde 2010.
Ha sido amenazada por correo electrónico, por redes sociales, mediante el asesinato de dos de sus colaboradores y con mensajes escritos en el cuerpo de varias víctimas. Aún así, dice ella, no se intimida. Esta veinteañera, como le dice la BBC, ¿debe ser un ejemplo para cada mexicano?
Según leo en diversas entrevistas que ha dado por Skype, venderá su libro -además de que ya comercia el Blog del Narco con marcas importantes-, juntará una lana y dejará el país para recuperar algo de esa ‘vida normal’ de la que gozamos todos.
La violencia, así como esta humilde reflexión, están ahí para que cada quien piense qué papel asume en este problema llamado México actual.
¿Debemos cambiar a México? La respuesta es: Sí. ¿A qué costo? Esa es la cuestión.
Los espero en Twitter: @RodolfoZapata
