Por Arturo J. Flores
La banda originaria de San Francisco vuelve a nuestro país para presentarse dentro del Festival Hipnosis 2017, en el Deportivo Lomas Altas. La cita es el sábado 9 de diciembre y el cartel lo integran The Black Angels, The Coathangers y Virtual Haze, entre muchas otros. Tuvimos la oportunidad de charlar con la baterista Leah Shapiro acerca del lanzamiento del octavo disco de la agrupación, “Wrong Creatures”, que tendrá lugar el 12 de enero de 2018. Ya lo escuchamos y está brutal.
Hay quienes dicen que sienten una presión debido a lo que vayan a pensar los fans y también quienes sólo se preocupan por la autosatisfacción. En el caso de BRMC, ¿qué atmósfera rodea el lanzamiento de un nuevo disco?
¡Oh, Dios! Generalmente hay muchos nervios, sobre todo por las reacciones de la gente. Esperamos que les guste, porque representa mucho tiempo de trabajo, mucho esfuerzo, pero al mismo tiempo nos da mucha curiosidad.
Justo antes de comenzar a componer, ¿se plantean el hecho de romper completamente con el pasado y empezar de cero?
No podemos empezar del todo desde cero. Sobre todo porque usualmente se quedan una o dos canciones fuera, que siempre retomamos para trabajar en el siguiente disco. Pero sí, en un 90% todas las ideas son nuevas, limpias por así decirlo. Las trabajamos mucho en el estudio. Incluso las que retomamos no terminan pareciéndose a lo que eran.
¿Existe alguna historia detrás de “DFF”, esa extraña introducción que inaugura “Wrong creatures”?
¡Extraña intro! (risas) ¡Me encanta cómo la defines! Bueno, sucedió en el estudio, en uno de esos tiempos muertos que otras bandas aprovechan para comer pizza o tomar cerveza, nosotros quisimos reflejar un mood por medio de sonidos experimentales. Creo que la música instrumental sirve para eso, para montarte en un trip específico. No es una canción normal, estoy de acuerdo, y sirve para presentar el disco y el mood en el que te sumergirá.
Puede ser que tampoco exista un gran significado detrás del título, ¿pero por qué el “Wrong creatures”?
(Risas) Rayos, teníamos un par de títulos en la cabeza, pero créeme, siempre es muy complicado bautizar un disco. A veces tomas una canción que represente al todo, pero es muy difícil. Esta vez, estábamos trabajando dos opciones e intentábamos descubrir cuál sería más interesante, y que sirviera para despertar tu curiosidad. En realidad no significa nada, que cada quien piense que “Wrong creatures” es lo que quiera, un disco, un libro o una película.
En lo particular, me gustó mucho “Spook”, por su sonido postpunk. ¿Existe una dinámica establecida entre los tres para componer canciones?
Fue una de esas canciones que no terminamos para “Specter of the feast” y decidimos retomar para este disco. Pero cuando empezamos a jamear con ella en esta ocasión, los arreglos fluyeron en una dirección distinta a la original. Fue muy complicado terminarla, pero los resultados son enloquecedores. ¡Creo que está para patear traseros!
En el caso de “Haunt”, me parece un tema de blues oscuro, algo relacionado con Nick Cave.
En muchas de las canciones quisimos jugar con nuestros propios instrumentos, tocarlos de una forma diferente a como lo haríamos normalmente en una canción de rock. No es fácil dejar de lado la energía y concentrarse en sacar un sonido más fino, créeme, me parece que en este disco las canciones apuntan más a lo musical, se volvieron más demandantes, nos obligaron a poner a los detalles, a las entradas y la cohesión.
En el pasado, el grupo escribió canciones relacionadas con la política, ¿continúa siendo un tema que les interese?
Sí, en nuestra vida diaria. Es parte de nosotros, pero ahora escribimos de una forma que no es tan fácil de relacionar con la realidad. Digo, si escribes acerca de lo complicado que es sobrevivir hoy en día, de alguna forma estás escribiendo sobre política. Hoy en día, Peter está comunicándose de una forma más conceptual. No todo es blanco y negro, tan extremista.
Leí que alguna vez trabajaste detrás de un escritorio. Ahora que formas parte de BRMC y antes, con The Ravonettes, ¿pensaste alguna vez que estar en una banda de rock también tendría momentos tristes, como lo fue la muerte de Michael Been, el padre de Robert, quien fue su ingeniero de sonido? ¿O quizá la operación cerebral que a ti te sacó de circulación hace un par de años?
Estar dentro de una banda nunca me eximiría de atravesar momentos oscuros, de eso estaba segura. Al final, ser músico es algo que no te diferencia de cualquier otra persona. Tienes que enfrentar problemas como cualquiera. Pero yo quería estar en una banda y eso lo vuelve todo más llevadero.
Quizá para un cantante sea más sencillo, debido a las palabras, pero tú como baterista, ¿cómo expresas una emoción a través de tu instrumento?
En realidad es más sencillo de lo que crees. Porque la música tiene una emoción implícita. En este disco, la manera en que grabé las baterías no es la misma en que lo hice antes. En la forma en que matizo, o que intensifico se puede percibir lo que siento, lo que pienso. Incluso en los ritmos que elijo. Todo eso me sirve para comunicarme con la misma claridad que una palabra. La música es un canal de comunicación muy poderoso.
Finalmente, el próximo 8 de diciembre BRMC se presentará en México dentro del Festival Hipnosis, ¿qué es lo que hace a una gira distinta a otra?
¡Nunca son iguales! La última vez tengo que decir que no lo disfruté tanto porque venía saliendo de ese problema neurológico del que hablábamos, por lo que tenía demasiadas cosas encima y me sentía muy estresada. Esa es la diferencia con este momento, en que me estoy mucho mejor. Además, me siento emocionada por la forma en que estas canciones nuevas suenan sobre el escenario.
Escuché alguna vez que Deep Purple era la banda más ruidosa del mundo, según los Records Guinness, pero es sabido que ustedes han reventado algunos PA.
(Risas) Sí, nos ha pasado. Somos ruidosos, a veces los PA no aguantan y otras veces los fans son quienes se ponen demasiado locos y rompen los monitores o alguna bocina. La verdad es que nos gusta que enloquezcan, lo hacemos a propósito.
