Son pocos los sellos discográficos en el mundo que utilizan un slogan tan preciso: “Laboratorio creativo para las músicas del Pacífico colombiano”; se trata de un concepto a partir del que se movió Diego Gómez (Cerrero) para crear Discos Pacífico.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Ellos lanzaron una convocatoria regional para que se postulara talento joven y así fue como llegó hasta ellos Bejuco, una agrupación procedente de Tumaco, integrada por una decena de músicos desde el 2015, y que incursionan en una música fuertemente percusiva y campesina.
A Bejuco se le da bien el bambuco, mientras que Cerrero los puso en contacto con la música electrónica y el afrobeat, esa genial creación de Fela Kuti. A partir de tal combinación es que graban Batea, un disco debut producido por el propio Cerrero e Iván Benavides, y que se logró masterizar en Inglaterra.
Discos Pacífico brindó a la agrupación diversos talleres de capacitación alrededor de la industria musical, con el fin de que se puedan desempeñar más profesionalmente. Aquí existe un importante sesgo cultural y no va el negocio por delante.
El asunto es que el material de las sesiones de grabación de Batea da para mucho más y Cerrero se dio a la tarea de samplear algunas partes para luego darle un toque de dub. Posteriormente, convocó a Cankita y William Martínez de Bejuco para grabar una versión en vivo desde en los estudios de Llorona Records en Villa de Leyva, adicionando un sintetizador Casio de los años setenta.
“Yo me voy (Cerrero Remix)” conserva el sabor de la música del Pacífico colombiano, pero la lleva un paso adelante al incursionar en la electrónica dowtempo. La intención de Diego Gómez es que los músicos brillaran y el sonido de Bejuco cobrara otro cariz.
Para el músico, el resultado final: “Es la muestra de que el puente entre el pasado y el futuro, la tradición y la evolución, el Pacífico y el mundo, es transitable. Es la apuesta de un productor musical cuyo ingenio lo ha llevado a trabajar por el territorio desde una visión que abarca lo global”.
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