Ayer volvía a ver esta joyita, llamada Afro Samurai, no sé cómo la había pasado por alto. Creada en Japón por los estudios GONZO, de la idea original de Takashi Okosaki, quién había editado una versión en comic independiente. La presente cinta fue producida y estelarizada po Samuel L. Jackson, y digo estelarizada porque es él quien hace la voz del protagonista, Afro, y su mejor amigo Ninja Ninja, quien habla con un caló del Bronx que no se le entiende nada.
El dibujo es estupendo, estilizado completamente, la ambientación, los fuera de foco, la rapidez de las peleas, y la cantidad de sangre derramada, hacen de esta serie de sólo cinco capítulos, algo altamente recomendable.
Afro, sufrió un aconecimiento en su infancia que marcará para siempre su vida; ante sus ojos fue asesinado su padre, y él lo vengará, no importa cuánto o quiénes deban sufrir los efectos colaterales (¿Te suena?).
Así de simple puede sonar la historia, pero tiene detalles realmente destacables, por ejemplo, yo nunca había visto un samurai afroamericano y con peinado afro, que fuma todo el tiempo un cigarro demasiado gordo para ser de tabaco. Además hay situaciones muy raras, al parecer la historia está sucediendo en algún momento del futuro, un futuro donde los sacerdotes de las religiones están totalmente corrompidos y dentro a sus propios templos tienen chicas (prostitutas), y se la pasan escuchando música con tremendos audífonos.
Dejo el primer capítulo, y una película que va después del quinto capítulo, que sería la segunda parte, por así decirlo, titulada Afro Samurai La Resurrección.
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