Antes existían dos maneras de conocer bandas: la primera era el boca a boca que aglutina conceptos como por recomendación o porque alguien te grababa un casete o porque comprabas el disco o leías algo en alguna revista impresa (sí, existían decenas dedicadas al metal), la forma más tradicional; en segundo término, las conocías viéndolas en vivo. Para buena parte de su audiencia, Candelabrum Metal Fest es el sitio ideal para la segunda opción y A Canorous Quintet es un ejemplo casi moldeado en yeso.
En #SangreDeMetal hablamos con Marten Hansen, cantante; y Fredrik Andersson, baterista de la banda. En relación a estos conceptos recién mencionados podemos decir que esta no es una banda super visible que haga varias giras por año. Ciertamente nunca han tocado en México, así explican lo que sienten. Marten (en adelante M): “Bueno, creo que es genial tocar en festivales con mucho público, con mucha gente que probablemente nunca haya escuchado a tu banda, y también con muchos fans incondicionales. Pero, por otro lado, cuando haces tus propios conciertos, todo el mundo está ahí para verte. Y eso es otra cosa, pero los festivales son geniales”. Fredrik (en adelante F): “También es nuestra primera vez en México así que no importante qué tipo de show sea, poder ir es simplemente increíble”.
Pero hay más, porque en la mente de muchas personas, Suecia es una de las capitales del metal mundial. Es fácil caer en la tentación de creer que las bandas salen de gira casa mes y que todo es miel sobre hojuelas. Al final del día es el primer mundo. Pero, ¿es así? F: “No para nosotros. Tocamos algunos festivales y shows aislados pero nada más. Creo honestamente que tampoco hay una gran demanda por vernos, quizás no diría que seamos de culto, pero sí tenemos algunos fans underground fieles que disfrutan mucho de nuestra música. Pero como estuvimos medio en silencio durante más de 20 años, básicamente no tenemos nuevos fans. No somos conocidos. No se trata de eso. Somos unos pinches viejos rancios a los que nos encanta tocar death metal y nos gustan nuestras canciones antiguas. En cuanto a hacer tours por Europa, somos de Suecia, un país muy extenso. Así que, para una banda sueca, es muy difícil hacer una gira europea, porque probablemente tendrías que cubrir tus propios gastos para ir a Europa continental. O, si conduces, son unas 12 o 16 horas solo para llegar a Alemania. Así que no es tan fácil para nosotros. Aunque si nos contratan, iremos. M coincide y agrega: “Es cierto. A mi lo que me sorprende es que, aunque no hemos sido tan activos, hay gente más joven que nos ha descubierto. Y me fascina que nos descubren como por arte de magia”. Por lo menos está claro que son conscientes de su situación.
Suecia es, efectivamente, un país de gran importancia para el metal y al preguntarles como es la escena allá, ambos fueron muy generosos en las respuestas y dejaron ver algunas situaciones que suceden por allá. Es decir, ¿hay conciertos cada cuatro o cinco días a la semana?
F: No, para nada. Diría que la escena en general es enorme, el metal nunca había sido tan popular, por ejemplo mi antigua banda Amon Amarth (sí, fue su baterista) o Machine Head o In Flames o Ghost tocan en arenas pero la escena subterránea, los jóvenes no tienen el tamaño de escena que tuvimos nosotros. De niños podíamos elegir entre dos, tres o cuatro conciertos a la semana y, básicamente, bueno, quizá no todos los fines de semana, pero al menos había. A veces era difícil elegir a qué concierto ir. Y todos eran de bandas desconocidas y jóvenes que vendían sus demos en el concierto. Y había como 200 o 300 personas en los conciertos en aquel entonces. Eso ya no existe.
M: Pero era una escena underground muy comprometida, lo que la hizo más vibrante y viva. También creo que, actualmente, algo está pasando entre la juventud sueca. Están surgiendo muchas bandas jóvenes de metal.
F: Creo que la escena no tiene conciertos a los que ir. Así que todos se quedan en casa creando música. Y de vez en cuando, quizá hay una gira o algo así. Pero ya no es como en los 90.
M: Pero entonces cada uno organizaba los espectáculos por su cuenta. Supongo que la escena en general ha cambiado, ya que ya no es como el underground secreto.
F: Mi impresión al hablar con bandas más jóvenes es que parecen creer que pueden triunfar tocando música. Y cuando empezamos a tocar, eso ni siquiera era una opción. Simplemente tocábamos música y teníamos suerte si venían 50 o 100 personas a un concierto. Pero ni siquiera estaba en el mapa tocar para 500 o 1000 personas ni ganarse la vida tocando metal. Eso fue absolutamente inaudito.
Interesantes conceptos porque ellos tienen en común con decenas de bandas que hemos publicado en este espacio al hecho de que no viven de la música. Fredrik dice que “esto es completamente un hobby, todos tenemos trabajos formales”. Y Marten agrega: “Lo hacemos por amor al metal, diría yo, y por el proceso creativo y lo que nos aporta”.
Ahora bien, el proceso creativo es un concepto interesante porque A Canorous Quintet no ha sacado un disco desde 2018, y ese fue The only pure hate MMXVIII, que no es otra cosa que una regrabación de The only pure hate, de 1998. Entonces, ¿piensan en algún momento que pueda ser relevante tener música nueva para que la gente la escuche? F: Creo que la razón por la que no lo hemos hecho es porque empezamos otra banda llamada This Ending hace como 20 años, así que cuando volvimos con esta banda pensamos que no podíamos escribir canciones como las que hacíamos en los 90, era casi como tener una banda nueva e incluso no queríamos llamarla A Canorous Quintet. Pero bueno, en los últimos dos años, supongo que hemos reevaluado lo que queremos hacer y estábamos conformes con tocar algunos conciertos en vivo de vez en cuando. Incluso al revisar mi biblioteca de riffs me di cuenta de que la mayoría encajaría mejor con A Canorous Quintet que con cualquier otra cosa así que la idea está ahí, pero no es algo que haríamos para los fans, si creamos música nueva sería por nosotros. Y lo más importante es que suene como A Canorous Quintet, no como una versión 2025 de A Canorous Quintet, sino como el A Canorous Quintet del 95, básicamente, o de los 90. Así es como quiero que suene.
Con todo esto dicho, ¿de dónde vienen Fredrik y Marten musicalmente hablando? Es decir, ¿recuerdan ese álbum, esa banda o ese momento en el que descubrieron el metal y escogieron ese camino? F: Mis papás escuchaban rock de los 60 y 70, lo más pesado que tenían eran Led Zeppelin y Black Sabbath así que crecí con eso, pero cuando tenía 12-13 años iba a los clubes juveniles y descubrí bandas como Iron Maiden y Judas Priest y todos los grandes nombres de la época. Así que simplemente lo supe. Sí, pero supongo que lo primero pesado sería quizás Europe, por ahí del 86, “The Final Countdown”… quiero decir, tal vez no era heavy metal pero al menos era hard rock.
M: En mi caso debió ser alrededor de 1980. Recibía casetes de los hermanos mayores de mis compañeros de clase y había, creo, si no recuerdo mal, canciones como “I’m a rebel” de Accept, algunas como “Breaking the law” con Judas Priest, etc. Y en ese momento, supe al instante que esa era mi música.
Para esta altura de la entrevista debe estar claro que Marten y Fredrik son totalmente vieja escuela. ¿Les interesan las plataformas digitales o es algo que simplemente no les importa? M: Creo que las plataformas digitales siempre son una buena manera de que la gente sepa que estás presente y que tu música está presente.
F: Sí, hay que estar al día con el futuro y la tecnología. Personalmente, boicoteo Spotify, pero por razones más personales y políticas. Es decir, uso Apple, iTunes. Así que todas las semanas reviso los nuevos lanzamientos de metal y las nuevas bandas que aparecen. Siempre estoy con ganas de descubrir nuevas bandas. Por ejemplo, en cuanto a Candelabrum, de hecho lo busqué en internet y parece genial. Los organizadores parecen muy comprometidos con su escena. Creo que es un festival interesante y fascinante. Además, la gente que asiste parece muy dedicada. Cada vez que anuncian una nueva banda, hay unos 50, 60, 100 comentarios o algo así. Y es una gran discusión sobre todas las bandas y es bastante saludable.
Pocas veces las bandas saben de qué va el festival que los contrata, pero A Canorous Quintet está al tanto, así que solo queda esperar, verlos debutar en vivo en México y sacar conclusiones sobre la calidad que tienen.
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